miércoles, 21 de enero de 2009

Una obra extraordinaria

LÍNEAS DE AGUA DE NAZCA
Investigación de David Johnson
http://www.rumbosonline.com/articles/11-50-nazcaes.htm
Los antiguos acueductos son conocidos localmente como puquios. Los cavaron los antiguos habitantes, hasta el nivel freático, desde donde canalizaron luego el agua.
Históricamente los acueductos proporcionaron una fuente confiable de agua para los valles, incluso en los años de mayor sequía, cuando muchos pozos se agotan.
Las teorías tradicionales sostienen que los puquios se ubican al pie de las colinas que se extienden desde las estribaciones de los Andes. Y como éstas consisten de estratos impermeables, desvían el serpenteante caudal subterráneo de los ríos de vuelta a los valles, y los acueductos capturan el agua.
Los acueductos corren a lo largo del valle, paralelo al río, en lugar de atravesarlo. Considerando la escasez de agua en esta región, se podría especular que fueron construidos para captar los mayores regímenes del caudal. Por ello, los acueductos deberían cruzar los ríos, y no correr en paralelo a ellos como era la mayoría de las casos.


El acueducto Achaco
Al buscar con la varilla la fuente de agua del acueducto se advierte que éste recibía agua de un canal subterráneo que corre al NE, al acueducto Curve y luego al acueducto Aja, a unos cuatro kilómetros al Este de Achaco; esto indica que forman un solo sistema, o sea que los acueductos no son sistemas individuales.
La búsqueda en el límite Oriental del acueducto de Aja señaló que el agua proveniente del río no ingresa al sistema, hecho demostrado por la falta de pozos. No obstante, existen varios pozos entre el acueducto de Aja y la base de un cerro hacia el Norte del acueducto: la fuente de agua se pierde debajo de este cerro. Esta fuente está 20 metros más arriba del valle, lo que denotó la imposibilidad de que el agua pueda venir del río.

Muy interesante
Un acuífero – río subterráneo- ingresaba hacia el valle de Nazca desde el Norte. El agua de la cuenca de Nazca, el acueducto del Aja, y otros acueductos, reciben agua de acuíferos que fluyen de Norte a Sur.
Actualmente se ha identificado la existencia de nueve acuíferos en los valles de Nazca, Ajo y tierras Blancas cuyo ancho varía entre 40 y 50 metros. Diversas investigaciones demuestran claramente que donde ingresan los acuíferos se produce un cambio en la falla o en la formación, y existe un acueducto ¿Qué quiere decir esto? Que las culturas antiguas construyeron los acueductos identificando los lugares precisos donde estos acuíferos ingresaban a los valles y los ubicaron en puntos estratégicos para captar el agua y desviar una parte hacia las regiones áridas.

Relación entre las Líneas de Nazca y los recursos hídricos
Los geoglifos que forman las Líneas de Nazca están relacionadas con acuíferos, no con cuencas superficiales. Donde fluyen acuíferos y los suelos superficiales no se ven perturbados por inundaciones aluviales, agricultura o construcciones, existen geoglifos.

Relación entre los acuíferos y los geoglifos
Por ejemplo, por ejemplo un gran triángulo identificaba la fuente de un acuífero y un patrón zigzagueante aislado indicaba la ausencia de agua. De ser esto cierto, los antiguos habitantes de este lugar identificaron y marcaron los puntos donde los acuíferos emergen de las montañas y cruzan la pampa.

Los geoglifos identificaban claramente los acuíferos

Incluso, en algunos casos, se hallan en lugares donde uno menos lo espera.
Por ejemplo, los geoglifos que cruzan la Carretera Panamericana cerca a Pajonal, inmediatamente al Sur de Nazca, atraviesan un tramo totalmente árido de la pampa, donde no puede haber agua.
En este caso los geolglifos conducen a una falla y a un dique intrusivo al extremo de la cordillera, inmediatamente al Oeste de un gran emplazamiento arqueológico en el valle de Taruga.

Un estudio más detenido mostró la existencia de una gran falla de Norte a Sur entre los valles del Tarugo y Nazca, y otras fallas que cruzan transversalmente de Este a Oeste, debajo de Cerro Blanco. En los lugares en que esta falla entra al valle de Nazca esta el acueducto Cantalloc, numerosos geoglifos denominados el Telar y dos pozos con un régimen sumamente alto. Los geoglifos de El Telar también apuntan directamente a las principales fallas en las montañas.
Estudios más completos realizados en los cuatro valles de la cuenca hidrográfica de Nazca llegaron a la misma conclusión: "las Líneas de Nazca describen claramente la fuente y curso de los acuíferos; son un libro abierto en el paisaje que ofrece a los habitantes de la región, tanto antiguos como actuales, la solución a sus problemas de agua".
Resulta, por lo tanto, preocupante que en zonas donde las líneas no están protegidas estén siendo destruidas a diario por la agricultura y la construcción. De seguir así, se borrará para siempre uno de los más importantes manuscritos del mundo antiguo.
Una vez establecida la relación entre fallas, acuíferos, acueductos y geoglifos, será posible explorar los demás misterios de la cuenca hidrográfica de Nazca. Por ejemplo se han encontrado muchas veces pozos con un régimen sumamente alto, valle arriba de unos pozos secos del mismo valle. Esta situación podría explicarse rastreando las fallas geológicas que cruzaban el río y canalizaban las aguas subterráneas hacia otro lado, dado que estos cruces están firmemente marcados por los geoglifos.
Esta observación explica también por qué existen tantos sistemas muy largos de líneas. Los antiguos pobladores descubrieron que en las montañas y en la pampa el nivel hidrostático es demasiado profundo para cavar pozos o construir acueductos. Pero cuando una falla conduce agua y cruza un valle, es posible cavar lo suficiente para llegar a un nivel hidrostático; en el punto donde una falla, un acuífero y una línea atraviesan un valle fluvial, se podrá encontrar los restos de un asentamiento humano antiguo, con su respectivo acueducto.
Los antiguos habitantes detectaron con exactitud los acuíferos de la región. Es muy probable que ellos también los encontraron al utilizar la varilla metálica (radiestesia). Estudiaron la geología de la zona y asociaron sus características geológicas con las fuentes de agua subterránea marcadas claramente con una variedad de geoglifos y establecieron una relación directa entre la arqueología, la geología y la hidrología de la región. Aunque esta teoría bien puede no aplicarse a todas las líneas, sí corresponde a muchas de ellas.

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